Consejo Socialista de Gestión de Trabajadoras y Trabajadores Corpoelec Aragua

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lunes, 6 de mayo de 2013

“La Revolucionaria LOTTT es legado del Comandante Hugo Chávez”



 A un año de la promulgación, por parte del Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana, Presidente Hugo Chávez Frías, la Ley Orgánica del Trabajo de los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT) está siendo reconocida a nivel mundial como una de las herramientas legislativas más avanzadas en materia laboral.
Así lo afirmó el Dirigente Sindical y Prof. Juan Luis Pérez Camacho Vera (Aragua/PSUV “Estructura Parroquial M.B.I”), Dirigente Sindical del Sector Eléctrico (Junta Directiva del Sindicato de Trabajadores de la Industria Eléctrica del Estado Aragua  “SINTIEA”) y Docente Universitario de la Universidad Nacional Experimenta “Simón Rodríguez” quien destacó que en España e Italia los trabajadores han tomado a la LOTTT como parte de su lucha.
La LOTTT es uno de los legados más importantes que nos dejó el Comandante Chávez para los trabajadores y las trabajadoras, y este Día Internacional de los Trabajadores coincide con el cumplimiento de un año de la entrada de vigencia de disposiciones en beneficio de los trabajadores y trabajadores de los sectores público y privado, expresó.
“Los Trabajadores Venezolanos y sus Voceros Sindicales junto a la Comisión de Desarrollo Social hicimos un trabajo desde hace tiempo, recogiendo propuestas, pero lo determinante ocurrió el 11 de noviembre de 2011 cuando los trabajadores se comienzan agrupar en una nueva organización sindical y le solicitan al Presidente que se coloque al frente del tema del trabajo y que a través de la Habilitante asuma la discusión y aprobación de la Ley”, recordó.
“Ante esto, el Comandante Chávez acepta con una condición, que fueran ellos mismos los que salieran a la calle y a todos los rincones para desarrollarla y que logre con el debate llevar la protesta”, agregó.
Al respecto, destacó que durante la construcción en colectivo de la LOTTT se tomaron en cuenta 19.293 propuestas cuyo noventa por ciento fue presentado por organizaciones y movimientos laborales de los procesos productivos de todas las regiones del país.
 Dijo que la LOTTT reivindicó un conjunto de derechos históricos y justos de los trabajadores tales como el pago del retroactivo de las prestaciones sociales, la reducción de la jornada laboral, el mejoramiento en la protección de las madres trabajadoras, prohibición de la tercerización y promoción de la estabilidad laboral, entre otros.
“Anteriormente los trabajadores no tenían ningún nivel de participación, las cúpulas de Fedecámaras y la CTV traicionaron todo lo que fue un movimiento y sus reivindicaciones al eliminar la retroactividad de las prestaciones, avalaban el despido injustificado y la figura de la tercerización”, dijo.
El dirigente Sindical y Docente Universitario rechazó la matriz de opinión promovida por la derecha sobre una supuesta ola de despidos de empleados públicos por motivos políticos y dijo que el propósito de la misma es desviar la atención de los hechos violentos que generó el ex candidato presidencial de la oposición luego de las elecciones del 14 de abril.
“No hay ni un solo trabajador despedido, ni que haya puesto una denuncia. A nivel nacional la Comisión de Desarrollo Social tuvo una reunión con el Ministerio para el Trabajo y diferentes inspectorías y no les ha llegado ninguna denuncia”, dijo.
Finalmente, el trabajador resaltó que hoy el país cuenta con el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, con un Jefe Estado que proviene de las luchas obreristas y que velará por los derechos de los trabajadores y trabajadoras venezolanos. Prensa venezolana. 30-04-2013

1° de Mayo " Dia Internacional del Trabajador"



La feliz idea de instaurar un día de fiesta proletaria para lograr la jornada laboral de ocho horas nació en Australia, donde ya en 1856 los obreros habían decidido organizar un día completo de huelga, con mítines y entretenimiento, como una manifestación a favor de la jornada de ocho horas. Se eligió el 21 de abril para esa celebración.
Al principio los obreros australianos pensaban en una única celebración, aquel 21 de abril de 1856. Pero como esa primera celebración tuvo un efecto muy fuerte sobre las masas proletarias de Australia, animándolas con ideas agitadoras, se decidió repetirla todos los años.
Efectivamente: ¿Qué podría proporcionarles a los trabajadores más coraje y fe en su propia fuerza que un paro masivo, decidido por ellos mismos?
¿Qué podría proporcionarles más valor a los eternos esclavos de las fábricas y de los talleres que el reconocimiento de su propia gente?
Por eso, la idea de una fiesta proletaria fue rápidamente aceptada y comenzó a extenderse de Australia a otros países, hasta conquistar finalmente todo el mundo proletario.
Los primeros en seguir el ejemplo de los obreros australianos fueron los norteamericanos.
En 1886 se fijó el 1º de mayo como el día de la huelga universal. Ese día, 200.000 trabajadores abandonaron sus lugares de trabajo y exigieron la jornada laboral de ocho horas. Más tarde, la policía y el hostigamiento legal impidieron por muchos años la repetición de esa gran manifestación.
Sin embargo, en 1888 restablecieron su decisión y fijaron el 1º de mayo de 1890 como el día de la siguiente celebración.
Mientras tanto, el movimiento obrero en Europa se había fortalecido notablemente. La expresión más poderosa de este movimiento ocurrió en el Congreso Internacional Obrero de 1889. En ese Congreso, al que asistieron 400 delegados, se decidió que la jornada de ocho horas debía ser la primera reivindicación. El delegado de los sindicatos franceses, el obrero Lavigne de Burdeos, propuso difundir esa reivindicación en todos los países mediante un paro universal. El delegado de los trabajadores estadounidenses llamó la atención de sus camaradas sobre la decisión de ir a la huelga el día 1º de mayo de 1890, por lo que el Congreso fijó esa fecha para la fiesta proletaria universal.
Los obreros, al igual que treinta años antes en Australia, pensaban solamente en una única manifestación. Ese 1º de mayo de 1890 el Congreso había decidido que los trabajadores de todos los países se manifestarían juntos por la jornada de ocho horas. Nadie había hablado de repetir la celebración en años siguientes. Naturalmente, nadie podía predecir el enorme éxito que tendría esa idea ni la rapidez con que sería adoptada por la clase obrera. Sin embargo, fue suficiente celebrar el 1º de mayo tan sólo una vez para que todos comprendieran y sintieran que debía convertirse en una institución anual y permanente.
El 1º de mayo significaba establecer la jornada de ocho horas. Pero aún después de haber logrado este objetivo, ese 1º de mayo no fue abandonado. Mientras continúe la lucha de los obreros contra la burguesía y la clase dominante, mientras todas las exigencias no hayan sido satisfechas, el 1º de mayo continuará siendo la manifestación anual de esos reclamos. Y cuando lleguen días mejores, cuando la clase obrera del mundo haya logrado su objetivo, es probable que la humanidad entera también celebre el 1º de mayo, honrando las amargas luchas y los sufrimientos del pasado.